Un momento en el tiempo

No te detendré por largos segundos, aunque para nosotros serán años. Y no te dejaré ir solo porque sienta que no puedo luchar más, no te dejaré ir solo porque no hay pruebas de que existimos, no te dejaré ir solo porque hay razones más fuertes que nosotros. No voy a detenerte durante estos segundos, que pasan como suspiros, como si fuera toda una vida y solo la estuviéramos imaginando. No te detendré para que estés ahí en mis noches oscuras, para que aguantes mis llantos, para que pasemos juntos tantos inviernos como veranos nos traiga la vida. No te detendré solo para que me mires, cuando esté linda y cuando esté fea, para que me repitas las cosas que yo ya debería saber pero que nunca he podido digerir. No voy a detenerte para que respires mi mismo aire cuando la distancia sea corta, para que los dos nos perdamos al tiempo, para que los dos veamos las mismas cosas desde puntos de vista diferentes. No voy a esperar que te detengas por mí; no por mí, solo por ti, si lo quieres.

No te detendré por largo rato, solo será una vida, y después ya veremos lo que sigue. Pero no te detendré solo para que construyas dos casas conmigo, una para vivir y otra para el corazón, también para que conmigo te detengas a apreciar las cosas bellas, y las no tan bellas, para que observes la magia de varios atardeceres seguidos y miremos a los ojos al miedo de que nada funcione y no podamos regresar al camino principal. No para detenernos, sino para avanzar más lento cada vez, y que el camino se nos haga eterno tratando de esperarnos. No busco detenerte mucho tiempo, ni siquiera estos minutos en los que lees esto, solo busco detenerte durante el tiempo que dure un café, y el tiempo que duren mil cafés. Solo busco detenerte para decirte un par de palabras, que se repitan lo que duren los años. No para que seas testigo de mis sueños, ni para que sostengas mis mañanas, ni para que los dos observemos esa línea lejana que llamamos futuro. Solo sé que quisiera detenerte un momento en el tiempo, y que después se extienda infinitamente.

Para eso, te digo que no habrá un segundo que no te quiera regalar. Que del tiempo en el que te detengas conmigo, como si fuera una parada rápida en una gasolinera por el camino, solo queden buenos recuerdos. Y me gustaría detenerte, solo un momento, esporádico, callado, escondido, como si luego pudiéramos regresar a él las veces que queramos. Y que ese momento se alargue, hasta que deje de ser un momento, y se transforme en todo el tiempo que tengamos.

Solo espero detenerte durante lo que dure la chispa de vida en mi mirada, una chispa efímera. Busco detenerte hasta que no pueda dejar de quererte. Y después… ya veremos, no hay mucho que podamos esperar. Solo espero que te quedes cuando yo ya no te pueda detener.

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